Desde que abrimos el espacio de Facebook, muchas mamás y en algunos casos papás, nos han preguntado con algo de preocupación qué pasa o qué hacer cuando sus niños sufren un retroceso en el control de esfínteres, y se les dificulta el entrenamiento para el uso del inodoro, el cual en algunas ocasiones ya lo consideraban concluido, la primera pregunta que hacemos es cuantos años tiene, y la otra es si antes lograban ir al baño de forma ininterrumpida?.
En la mayoría de los casos, cuando se ha dado un retroceso en el control de esfínteres, la razón es externa, algún hermanito nuevo, algún problema familiar o algún cambio significativo en la vida del niño, y requerirá de un corto tiempo y paciencia para retomar el hábito, sin embargo, hay casos en los cuales la situación se vuelve un poco más critica por lo cual hemos decidido ahondar en el tema para aclarar las dudas de muchos papás sobre el tema.
Hacer pipí y pupú en el inodoro o bacinilla es uno de los hábitos que van marcando el paso a la independencia del menor, esto es posible gracias al control de esfínteres voluntario que el niño logre. Sin embargo cuando esto no se logra cuando el niño tiene 4 años o más, se le conoce como “encopresis o enuresis”. En el caso de la enuresis es la micción involuntaria en los niños de más de 5 años de edad. En este caso nos centraremos en la “encopresis”.
Se llama Encopresis al paso voluntario o involuntario de heces en un niño que ha sido entrenado para usar el inodoro (normalmente de más de cuatro años), lo cual causa el manchado o suciedad de sus ropas; en otras palabras, se le dificulta controlar las esfínteres, por lo cual se puede llegar a hacer en la ropa interior, o lugares fuera del sanitario. 
Encopresis primaria es cuando el niño nunca ha logrado el control de su esfínter, en particular control de defecación. La causa de esto podría ser orgánica o fisiológica, por aspectos del aprendizaje, problemas en el proceso de ablactación (proceso mediante el cual se introducen de manera progresiva alimentos distintos a la leche a la dieta del bebé) o por trastornos sicológicos.
Encopresis secundaria es cuando se ha llegado a controlar las idas al baño por un periodo de al menos seis meses y por alguna razón sufre un retroceso. Para ser considerada como tal, esta dificultad se deberá presentar varias veces al mes por un período no menor a tres meses.
Las causas comunes son:
-Falta de educación adecuada
-Entrenamiento a muy temprana edad
-Alteración emocional
-Estreñimiento crónico y/o severo
-El método de entrenamiento con el que se enseño al menor el control de sus esfínteres.
-El ambiente familiar restrictivo y rígido
-Reacción ante los accidentes de orina en el proceso de entrenamiento con castigos severos, mensajes culpabilizantes o hasta agresión física al menor.
-Historias de abuso, violencia intrafamiliar u otras situacions que general altos niveles de estrés o angustia y ansiedad en los menores.
-Cultura alimenticia inadecuada.
Un primer aspecto a valorar será el estreñimiento. Cuando un menor ha presentado este problema de forma crónica es común que desarrolle temo a defecar por el dolor y a veces hasta sangrado que esto ocasiona, por lo cual el niño prefiere aguantar las ganas de ir al baño por el máximo de tiempo posible, hasta que se presentan las llamadas “fugas de excremento” y termina ensuciando la ropa interior. Cuando esta practica se da de forma repetitiva llega un momento en el cual estos niños pierden su habilidad para detectar cuando tienen el deseo de ir al baño y como consecuencia controlar el esfínter en el momento preciso. En estos casos, el tratamiento va encaminado a disminuir el estreñimiento del menor para eliminar la causa, y en el proceso se recomienda a la familia tener mucha comprensión, paciencia y cuidado con el menor.
La encopresis es un problema que genera muchas frustraciones no solo de parte del menor, pero también de la familia, se genera un ambiente de impotencia de ambas partes y muchas veces esto desencadena en dinámicas poco recomendadas para tratar el problema, acentuándose los regaños, mensajes inapropiados, castigos, etc, lo cual es un golpe directo al autoestima del menor, el que ya tiene que luchar con el rechazo de los compañeros debido en muchos casos al mal olor que se pueda llegar a tener.
Visite a su pediatra para descartar alguna patología, en caso de estreñimiento se deberá iniciar un plan alimenticio que ayude a mejorar esta condición, esto deberá ser acompañado por un profesional de la nutrición de preferencia y como lo mencionamos mucha paciencia, deberá tener un plan para los próximos meses de cómo reaccionará a los futuros accidentes, recuerde que el menor es el primer perjudicado.
Una de estrategias, sumadas al cambio de hábitos alimenticios, es proponer horarios de acuerdo con la realidad de la familia y actividades del niño, para educarlo a ir al baño a ciertas horas, al inicio deberá tener paciencia por que no siempre conseguirá ir al baño en esos horarios.
Visite a un especialista que le ayude a establecer un plan de tratamiento y que le indique un proceso de enseñanza del habito y el modelamiento de las mejores reacción que pueden tenerse ante la dificultad.